lunes, 18 de febrero de 2013

" El cortesano" de Baltasar de Castiglione.



Libro que como otros muchos compre algún día y guarde para leer más tarde, lectura que se fue posponiendo, y poco a poco arrinconándose entre otros muchos, ha pasado muchos años en el olvido, y por fin, el otro día cayó, de nuevo, en mis manos. Que sorpresa, que buenos ratos paso con él, y aunque no es fácil de leer, me ha enganchado. 

Se trata de unos diálogos que un grupo cortesanos, damas y caballeros, tiene durante cuatro noches en la Corte de Urbino , en la Toscana italiana. Corte pequeña, pero con gran relevancia en los primeros años del XVI por el mecenazgo de sus Duques.
Estas tertulias, estaban presididas por la Duquesa de Urbino, Isabela Gonzaga y su cuñada Emilia Pía viuda de Antonio de Montefeltro

Un sinopsis de la obra:

"El cortesano expone en cuatro libros el diálogo que mantienen durante cuatro noches varios interlocutores (una duquesa, una princesa, un cardenal, Cesare Gonzaga, el poeta Pietro Bembo, Giuliano di Medici, Ludovico di Canossa, Federico Fregoso y el Aretino). La conversación se inicia como un juego que sugiere Fregoso para elegir entre todas las propuestas que se formulen la forma de cortesanía más conveniente. En el primer juego se debate acerca del nacimiento y educación del gentilhombre; en el segundo, de su comportamiento en sociedad; en el tercero, del ideal de la perfecta dama de palacio; y el cuarto, que trata de las relaciones del cortesano con el príncipe, se cierra con una disertación sobre el amor platónico a cargo de Bembo. La conversación se desarrolla con un ritmo armonioso y está moderada por el ideal del decoro que presidió la literatura, el arte y las costumbres del Renacimiento. El cortesano fue traducido al castellano por Boscán a instancias de su amigo Garcilaso de la Vega." 

Yo, por hora he leído el III Libro que se dedica a “la perfecta dama”.  En él, se debaten uno de los grandes temas de todos los tiempos , el papel de la mujer y su valoración en la sociedad. Planteando la querella entre los que consideran a la mujer inferior al hombre, y los que la consideran su igual, entre los que se encuentra Castiglione.

Enseguida me pico la curiosidad, ¿ quién era Elizabetta?, mujer a la que Baltasar de Castiglione convierte en modelo de dama renacentista y ejemplo a seguir. Tan solo conozco de ella un retratos pintados por Rafael


.

Retrato de Elisabetta Gonzaga (h. 1504).
 Óleo sobre tabla, 52,9 x 37,4 cm.
Galería de los Uffizi, 

Elisabetta Gonzaga nació en 1471 en Mantua. Fue la segunda hija del marqués Federico I Gonzaga y Margarita de Wittelsbach.
Mientras su hermano Francisco heredara el marquesado de Mantua como Francisco II Gonzaga, a ella se la destina y prepara para un buen matrimonio.
En 1489 se casa con Guidobaldo de Montefeltro convirtiéndose en duquesa de Urbino. Guidobaldo de Montefeltro es impotente, Elisabetta asume la impotencia de su marido y rechaza firmemente separarse. Ante la imposibilidad de ser madre, una de los grandes objetivos de la mujer, la duquesa se vuelca en el arte y en la cultura convirtiéndose en una de las mecenas de la Italia del XVI.
En 1504 los duques deciden adoptar a su sobrino, de 14 años, Francisco María della Rovere, asegurando así la dinastía y los derechos sucesorios de los Montefeltro en Mantua. Cuatro años más tarde, Elisabetta perdía a su marido, de 36 años, a causa de una larga enfermedad. La duquesa viuda quedó entonces al cargo de Urbino y de su hijo adoptivo.
Elisabetta gobernó con eficacia y sirvió de ejemplo aristocrático gracias a las palabras que Baltasar de Castiglione le dedicó en su gran obra El cortesano, en las que ensalzó sus modales, su prudencia y sus virtudes como dama.

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