domingo, 22 de noviembre de 2009

Baltasar Lobo. Al sol de Almería

La Plaza de las Velas se nos ha engalanado, de forma temporal, con figuras escultóricas de formas redondeadas y pulidas del escultor zamorano Baltasar Lobo


Unas breves notas sobre Baltasar Lobo.


Baltasar Lobo nació en 1910 en Cerecinos de Campos, Zamora en el seno de una familia de artesanos. Criado en el taller de carpintería de su padre, desde pequeño muestra habilidad para el dibujo y el modelado. Con 12 años el padre lo manda al taller del escultor-imaginero Ramón Núñez en Valladolid, para que aprenda la talla en madera, a la vez estudia modelado en la Escuela de Artes y Oficios. Una beca le permite ingresaren, con 17 años, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, estudiando talla en madera y mármol, pero pronto deja de asistir a clase y pierde la beca. Para algunos autores la razón del abandono esta en el choque con las viejas teorías y practicas de una escuela que lleva siglos sin renovarse. En Zamora asiste a cursos nocturnos de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios, y frecuenta el Museo Arqueológico donde descubre el arte ibérico.




Desde joven toma partido por las clases más desfavorecidas de la sociedad, realizando con tan solo 16 años una escultura en escayola para la Diputación Provincial de Zamora conocida como “El esclavo”, en la que se puede observar a un esclavo intentando librarse de sus ataduras

Por la obra de Madrigal; “Arte y compromiso. España 1917-1936”, sabemos que no solo se posiciona en defensa de las clases más desfavorecidas de la sociedad, sino que con 19 años inicia sus primeros contactos con el movimiento libertario a través de Ángel Garzón, miembro de la CNT y dueño de un taller en Madrid en el que trabajaba Baltasar como tallista. A esta influencia se suma la de Mercedes Guillén, abogada, educadora y una de las fundadoras de la agrupación anarquista Mujeres Libres con la que inicia una relación sentimental e 1933.

Al estallar la Guerra Civil, Baltasar junto con toda su familia abandona Zamora y se instala en Madrid.
En estos años realiza dibujos y participa en el diseño de publicaciones como Tierra y Libertad, Castilla Libre, Frente Libertario y Mujeres Libres. Colaboraciones que le van dando fama como gran dibujante pero además marcan su compromiso político

Quizás lo más interesante, de esta época, será un dibujo que Baltasar Lobo realiza en 1936, donde plasma su visión de los horrores de la guerra, siendo un anticipo al famoso “Guernica” de Picasso, pues con estilos diferentes muestran ambas obras un misma realidad.
Su participación en el bando republicano, le obligará tras la victoria franquista, a abandonara España y establecerse en París junto a su esposa Mercedes Guillén, se instalan en el taller abandonado por Naum Gabo, en el barrio de Montparnasse, lugar de gran efervescencia cultural y artística, donde pasaría el resto de su vida hasta su muerte, en 1993







En París, capital del arte moderno, entabla pronto amistad con Pablo Picasso y el escultor Henri Laurens, en cuyo taller trabajará unos años, años importantes en su obra pues Henri Laurens influirá en tres de las características que observamos en la obra de Baltasar Lobo: el simplificar las formas, su afición por los volúmenes curvilíneos, así como su concepto de estructuración poscubista de la escultura. Características que ira perfilando durante la década de los 40 con una creciente abstracción y depuración de las formas.
Su interés por estudio del desnudo femenino se traducirá en una iconografía repleta de “bañistas” y “maternidades” Y será a partir de los años 50 cuando veamos a un Baltasar Lobo maduro con un lenguaje propio que auna en sus esculturas la rotundidad de volúmenes con una gran perfección en el modelado de las formas, especialmente en las piezas realizadas en mármol y bronce pulidos
De un repaso por su obra se desprende que la trayectoria escultórica de Baltasar Lobo contiene tres fases, una primera, en la que trabaja el barro y la madera, y una segunda de mármoles y metales. La tercera, la de la fundición en bronce, de cuidado exquisito




Al recorrer la exposición lo que más me ha llamado la atención ha sido:

La “Maternidad”, donde la madre adopta una posición recostada alzando en brazos a su hijo








La pureza de los volúmenes y sobre todo, la reducción de las formas a lo más esencial.
La limpieza y simplicidad de sus formas ovoides

El ver como las formas se estilizadas rayando en lo abstracto, sin perder, por ello, su origen eminentemente figurativo.












1 comentario:

  1. Hola Gloria,ví la exposición la semana pasada en la plaza de las velas,me encantó;he de confesarte que no conocía a Lobo,pero gracias a tu entrada ahora ya sé quién es este escultor.A mí me llamó la atención junto a la simplicidad,cierta ingenuidad y mucho movimiento en algunas de las esculturas,así como el amor que debía sentir por las mujeres
    por la amabilidad con que trata el tema femenino.Abrazo,ah y gracias por seguirme. amable con que

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